La presentación de un tradicional show en un parque de Bangkok, Tailandia, en el que los entrenadores colocan la cabeza dentro de la boca de un cocodrilo, terminó mal.
En el momento en que el adiestrador de 27 años puso la cabeza en la boca del animal, el reptil mordió su cabeza pero luego la soltó, evitando así una tragedia.